Los procesos de inspección y mantenimiento son de suma importancia para mantener la seguridad y prolongar la vida útil de la e-bike. Es necesario comprobar el estado de los frenos, los neumáticos, el manillar y las llantas con frecuencia. Además de las revisiones diarias, te recomendamos que acudas a una tienda profesional para llevar a cabo el mantenimiento de tu bicicleta de 2 a 3 veces cada tres meses o después de cada 1,000 km recorridos. Durante dicho mantenimiento, será revisar y optimizar las siguientes cuestiones: ▪ El rendimiento de los frenos hidráulicos. ▪ El apriete y el estado de los tornillos, especialmente los que conectan discos y soportes inferiores en las piezas clave. ▪ El nivel de desgaste de los rodamientos de las piezas de la horquilla delantera. ▪ El nivel de desgaste del plato, el sistema de rueda libre y la cadena. ▪ El nivel de desgaste de los rodamientos del buje delantero. ▪ El nivel de desgaste de los ejes de los pedales. ▪ La lubricación de las piezas internas de los vástagos para garantizar que estos funcionen con suavidad en el plato, el sistema de rueda libre, la horquilla delantera, los rodamientos del buje delantero, el eje del pedalier, los pedales y otras partes de la bicicleta. ▪ El nivel de desgaste de los neumáticos. ▪ El apriete de la batería, el controlador, el motor, el cuentakilómetros y otras partes de control electrónico.